La ubicación es excelente, cerca de la universidad y del centro. Sin embargo, el ruido nocturno de la discoteca fue insoportable.

Menuda fiesta culinaria! Los productos envasados en la cocina común eran una sorpresa. Además, me encantó el encanto del edificio y la limpieza impecable de la habitación. El desayuno self-service en una cocina comunitaria era todo un reto, pero ¡una experiencia única! Desde el café de Brunn's Coffee Diner hasta los deliciosos montaditos de 100 Montaditos, ¡hay que probarlo todo!

No recomendable para descansar

La cocina comunitaria es un lujo, puedes prepararte un café y disfrutarlo en el patio con los gatos, un detalle que alegra el día. Además, la habitación estaba muy limpia y el baño privado era todo un plus, aunque no era grande, cumplía su función.

No fue barato, pero tolerable.

me esperaba una atención de primera, pero me quedé decepcionado. La habitación era tan pequeña, como para un Hobbit. Además, no había nadie en recepción y fue un caos sin poder preguntar nada. Casi escribo una buena crítica, pero no pude. Era como hacer la cena en casa. lo cuál tampoco me esperaba, la verdad.

Ubicación excelente, cerca do centro e da universidade. A habitación cómoda e limpa, pero un pouco pequena. O persoal, moi amable, sempre disposto a axudar. O patio é un lugar perfecto para tomar un café, pero a música da noite pode ser un pouco molesta.

me gustaría volver

El alojamiento es muy acogedor. La habitación triple tenía baño privado, aire acondicionado y una cocina pequeña. El patio es enorme y perfecto para relajarse. La sala de estar-cocina está bien equipada. Además, la atención de Susanna es estupenda, siempre con galletas y café disponibles. Todo limpio y muy bonito.

La habitación individual era pequeña pero súper limpia y funcional. Tenía todo lo necesario, hasta un minibar. La terraza interior era un buen toque para relajarse. Aunque la cama no era tan cómoda como esperaría. La decoración estaba bastante bien y el ambiente en general era acogedor.

El ambiente es muy relajante, con una pequeña cocina compartida y un patio encantador donde relajarte.

Me sentí super a gusto, no tengo ninguna queja.

El lugar tiene encanto y está cerca de lo mejor de la ciudad. La recepción 24 horas y el wifi gratis hicieron que mi estancia fuera cómoda y agradable. Disfruté del patio y las vistas desde la terraza.

Cuidado, la música del barrio puede hacerte creer que estás en un concierto en vez de descansando.

El lugar tiene un encanto especial, con habitaciones bien equipadas que incluyen aire acondicionado y baños privados. La cocina comunitaria es una gran idea, perfecta para prepararte un café y disfrutarlo en la terraza, que tiene vistas encantadoras.

Ruido nocturno.